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jueves, 30 de abril de 2009

CUMBIERA INTELECTUAL - Kevin Johansen





CUMBIERA INTELECTUAL


La conocí en una bailanta todo apretado
Nos tropezamos pero fui yo el que se puso colorado
Era distinta y diferente su meneada
Y un destello inteligente había en su mirada...

Cuando le dije si quería bailar conmigo
Se puso a hablar de Jung, de Freud y Lacan
Mi idiosincracia le causaba mucha gracia
Me dijo al girar la cumbiera intelectual
Me dijo al girar... esa cumbiera intelectual...

(“Jung, Freud, Simone de Beauvoir, Gothe, Beckett,
Cosmos, Gershwin, Kurt Weill, Guggenheim...”)

Estudiaba una carrera poco conocida
Algo con ver con letra y filosofía
Era linda y hechizera su contoneada
Y sus ojos de lince me atravesaban

Cuando intenté arrimarle mi brazo
Se puso a hablar de Miller, de Anais Nin y Picasso
Y si osaba intentar robarle un beso
Se ponía a leer de Neruda unos versos
Me hizo mucho mal la cumbiera intelectual
No la puedo olvidar... a esa cumbiera intelectual

(“Paul Klee, Ante Garmaz, Kandinsky, Diego, Fridha,
Tolstoi, Bolshoi, Terry Gilliam, Shakespeare William...”)

Si le decía “Vamos al cine, rica”
Me decía “Veamos una de Kusturica”
Si le decía “Vamos a oler las flores”
Me hablaba de Virginia Wolf y sus amores
Me hizo mucho mal la cumbiera intelectual
No la puedo olvidar... a esa cumbiera intelectual...

Le pedí que me enseñe a usar el mouse
Pero solo quiere hablarme del Bauhaus
Le pregunté si era chorra o rockera
Me dijo “Gertrude Stein era re-tortillera”
No la puedo olvidar...

Yo no quiero que pienses tanto, cumbiera intelectual!
Yo voy a rezarle a tu santo para que te puedas soltar...
Para que seas más normal

(Jarmusch, Cousteau, Cocteau, Arto, Maguy Marin,
Twyla Tharp, Gilda, Visconti, Gismonti...)

Aprendí sobre un tal Hesse y de un Thomas Mann
Y todo sobre el existencialismo Alemán
Y ella me sigue dando cátedra todo el día
Aunque por suerte de vez en cuando su cuerpo respira
Su cuerpo respira, su cuerpo respira

Yo no quiero que pienses tanto, cumbiera intelectual
Yo voy a rezarle a tu santo, para que seas más normal
Para que te puedas soltar...
Cumbierita, cómo la quiero...!


Kevin Johansen.






















martes, 28 de abril de 2009

lunes, 27 de abril de 2009

NO ME IMPORTA NADA - Pancho Varona


(Recital Ciempozuelos 1992)




Tú juegas a quererme,
yo juego a que te creas que te quiero,
buscando una coartada
me das una pasión que yo no espero
y no me importa nada.



Tú juegas a engañarme,
yo juego a que te creas que te creo,
escucho tus buboadas
acerca del amor y del deseo
y no me importa nada
que rías o que sueñes,
que digas o que hagas,
y no me importa nada
por mucho que me empeñe
estoy jugando
y no me importa nada.



Tú juegas a tenerme,
yo juego a que te creas que me tienes,
como una bofetada
invento las palabras que te hieren
y no me importa nada.



Tú juegas a olvidarme,
yo juego a que te creas que me importa:
conozco la jugada,
sé manejarme en las distancias cortas
y no me importa nada
que rías o que sueñes,
que digas o que hagas,
y no me importa nada
por mucho que me empeñe
que rías o que sueñes,
y no me importa nada.



Y no me importa nada
que rías o que sueñes,
que digas o que hagas,
y no me iomporta nada
que tomes o que dejes,
que vengas o que vayas
y no me importa nada
que subas o que bajes,
que entres o que salgas
no me importa nada.







Letra: Gloria Varona
Música: Pancho Varona, José Nodar



domingo, 26 de abril de 2009

PECES DE CIUDAD - Con Pancho Varona






Se peinaba a lo garçon
la viajera que quiso enseñarme a besar
en la gare d’Austerlitz.

Primavera de un amor
amarillo y frugal como el sol
del veranillo de san Martín.

Hay quien dice que fui yo
el primero en olvidar
cuando en un si bemol de Jacques Brel
conocí a mademoiselle Amsterdam.

En la fatua Nueva York
da más sombra que los limoneros
la estatua de la libertad,

pero en desolation row
las sirenas de los petroleros
no dejan reír ni volar

y, en el coro de Babel,
desafina un español.
No hay más ley que la ley del tesoro
en las minas del rey Salomón.

Y desafiando el oleaje
sin timón ni timonel,
por mis sueños va, ligero de equipaje,
sobre un cascarón de nuez,
mi corazón de viaje,
luciendo los tatuajes
de un pasado bucanero,
de un velero al abordaje,
de un no te quiero querer.

Y cómo huir
cuando no quedan
islas para naufragar
al país
donde los sabios se retiran
del agravio de buscar
labios que sacan de quicio,
mentiras que ganan juicios
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad

que mordieron el anzuelo,
que bucean a ras del suelo,
que no merecen nadar.

El Dorado era un champú,
la virtud unos brazos en cruz,
el pecado una página web.

En Comala comprendí
que al lugar donde has sido feliz
no debieras tratar de volver.

Cuando en vuelo regular
pisé el cielo de Madrid
me esperaba una recién casada
que no se acordaba de mí.

Y desafiando el oleaje
sin timón ni timonel,
por mis venas va, ligero de equipaje,
sobre un cascarón de nuez,
mi corazón de viaje,
luciendo los tatuajes
de un pasado bucanero,
de un velero al abordaje,
de un liguero de mujer.

Y cómo huir
cuando no quedan
islas para naufragar
al país
donde los sabios se retiran
del agravio de buscar
labios que sacan de quicio,
mentiras que ganan juicios
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad

que perdieron las agallas
en un banco de morralla,
en una playa sin mar.







Título: Peces de ciudad
Año: 2002
Letra: Joaquín Sabina
Música: Joaquín Sabina y Pancho Varona
Disco: Dímelo en la Calle (2002)




sábado, 25 de abril de 2009

viernes, 24 de abril de 2009

RAYUELA, Capítulo 68 - EL GÍGLICO, una genialidad de CORTÁZAR





Rayuela - Capítulo 68


Julio Cortázar


Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, la esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpaso en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentían balpamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.







"Cuando impartí Teorías de la Comunicación este capítulo en sí era examen parcial. Simple, significativo, muy estructuralista, muy escombrista. La única instrucción era: CONNOTA EL TEXTO.

Antes, habían sido advertidos sobre las reglas, lo permitido y lo prohibido. Se valen enciclopedias, diccionarios, equipos electrónicos sofisticados, laptops. Restricciones totales: Expresiones como chin..., exclamaciones internas guturales que CONNOTEN angustia, miedo, terror, incapacidad, reconocimiento del payaso que carga. Cero comunicación entre ellos mientras el examen se desarrolla.

Sobre todo les pedía que no compartieran el contenido en fondo y forma (como en al menos otro examen de estilo escombrista) con compañeros, lo que cumplieron siempre (sufrieron y quisieron que otros sufrieran, qué gandallas)."

Deneck Inzunza.














jueves, 23 de abril de 2009

DESNUDA EN EL PACÍFICO - Javier Corcobado





Las pestañas te bailan
a ritmo del ventilador,
mientras tu piel brilla
tras el susurro del sol.

Los pelícanos flotan
llevándose en sus picos
un pellizco de amor
del vino de nuestros besos.

Desnuda en el Pacífico,
nadas en el corazón
de la playa de mi vida.

Y desde la carretera
ya veo el mar de luces,
México en la noche
y la lluvia en el recuerdo.

Desnuda en el Pacífico,
nadas en el corazón
de la playa de mi vida.

Desnuda en el Pacífico,
nadas en el corazón
de la playa de mi vida.

Desnuda en el Pacífico,
nadas en el corazón
de la playa de mi vida.


















Vínculo:

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